En el corazón del barrio Diana Turbay Comuneros, una iniciativa comunitaria ha florecido, literalmente. La Huerta Cidrón y Canela, un proyecto nacido del esfuerzo conjunto de los líderes del sector y los vecinos, se ha convertido en un símbolo de unión y autosuficiencia.
Anderson Peña, uno de los huerteros del barrio, nos cuenta que el nombre de la huerta tiene una historia especial. "El día que comenzamos a sembrar, plantamos un árbol de cidrón. Además, nos acompañaba una mascota llamada Canela. Así surgió el nombre de la huerta", relata con una sonrisa.
Claudia Zamora, presidenta de la Junta de Acción Comunal, destaca que la huerta está destinada al autoconsumo. "Somos nosotros quienes cuidamos y mantenemos la huerta. Es un esfuerzo colectivo que no solo nos proporciona alimentos frescos, sino que también fortalece los lazos comunitarios", explica.
Rosalba Prieto añade que en la huerta se cultivan lechuga, cilantro y cebolla, alimentos esenciales para el hogar, lo que permite el trueque entre vecinos. Por su parte Oliva Jiménez le gusta la siembra de aromáticas para remedios caseros, mientras que Inés Martínez resalta la importancia de abonar bien la tierra para tener un excelente producto de consumo
El apoyo y el acompañamiento de la comunidad han sido fundamentales para el éxito de este proyecto. La Huerta Cidrón y Canela no solo embellece el barrio, sino que también promueve la sostenibilidad y la autosuficiencia alimentaria, demostrando que, con trabajo conjunto y dedicación, se pueden lograr grandes cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario