Reflexiones sobre el Encuentro de Medios Alternativos y Digitales en Armenia

 

El pasado 12 y 13 de septiembre, la ciudad de Armenia se convirtió en el epicentro de una revolución mediática. El II Encuentro Nacional de Medios Alternativos, Comunitarios y Digitales "Uniendo Voces" reunió a más de 1.500 comunicadores de todo el país, en un evento que no solo buscaba fortalecer lazos, sino también trazar una hoja de ruta hacia una política pública inclusiva para estos medios.

El encuentro, organizado por el Ministerio TIC y el Ministerio de las Artes, las Culturas y los Saberes, contó con la participación de figuras destacadas como el presidente Gustavo Petro y el politólogo español Juan Carlos Monedero1. Durante dos días, los asistentes discutieron sobre la producción de contenidos de calidad, la sostenibilidad económica y la defensa de la libertad de expresión. La necesidad de articular esfuerzos entre los diferentes medios fue uno de los temas centrales, destacando la importancia de enfrentar juntos los desafíos de la era digital.

Las reacciones no se hicieron esperar. Mientras que muchos celebraron el evento como un paso crucial hacia la democratización de la información, otros lo criticaron por su elevado costo. El concejal de Bogotá, Daniel Briceño, denunció que el encuentro tuvo un costo de $2.800 millones, calificándolo como un gasto innecesario. Esta crítica refleja una tensión latente entre los medios tradicionales y los alternativos, donde los primeros ven con recelo el creciente apoyo gubernamental hacia los segundos.

Por otro lado, periodistas y comunicadores de medios masivos expresaron su escepticismo sobre la efectividad de las políticas propuestas. Algunos argumentan que, aunque la intención es noble, la implementación de una ley de tercios para la distribución de la pauta oficial podría generar conflictos y desigualdades.

A pesar de las críticas, el ambiente en Armenia fue de esperanza y determinación. Comunicadores de todo el país vieron en este encuentro una oportunidad para ser escuchados y reconocidos. La promesa del gobierno de destinar $15.000 millones para mejorar la infraestructura y los contenidos de estos medios fue recibida con entusiasmo. Además, la propuesta de profesionalizar a los periodistas regionales, la protección a la vida de periodistas en el país y mejorar su capacidad tecnológica fue vista como un paso necesario para fortalecer el sector.