Foto: EAAB |
Noel Valencia López, gerente de
la EAAB, indicó que “cualquier acción en contra de la infraestructura de los
servicios públicos representa un inminente peligro para la ciudadanía. A través
de la campaña “Sea Buena Tapa con Bogotá” se busca sensibilizar a los usuarios
frente a este flagelo que le ha costado a Bogotá en los últimos tres años más
de 16 mil millones de pesos.
Valencia López hizo el
lanzamiento de la campaña en compañía del Subsecretario de Seguridad, Andrés
Nieto y de Yeimy Carolina Agudelo, alcaldesa de Kennedy, localidad donde más se
presenta esta problemática. Al evento asistieron representantes de la comunidad
y de los chatarreros de la zona con quienes se trabaja para prevenir la
comercialización ilegal de las tapas.
Según cifras de la EAAB, en los
últimos tres años, se han reportado 17.225 tapas por hurto en toda la ciudad.
Solo en Kennedy se han instalado 2.335, seguido de Engativá 1.621, así mismo en
Bosa 1.524, en Puente Aranda 1.174 y 1.013 en Ciudad Bolívar, siendo estas
cinco zonas donde más se concentra el hurto de esta infraestructura.
La EAAB indicó que reponer cada
tapa de alcantarilla tiene un valor cercano al millón de pesos. Al mismo tiempo
recordó que para desestimular su hurto, las actuales tapas se fabrican en
material no reciclable.
El gerente de la EAAB, Noel
Valencia invitó a la ciudanía a vincularse a la campaña e indicó que “nuestra
gestión diaria busca protegerla vida de los y las bogotanas; con “Sea Buena
Tapa con Bogotá” la ciudadanía será parte fundamental del cuidado al reportar
el robo o los faltantes de tapas en la Acualínea 116 y en el 123.
La Secretaría de Seguridad,
Convivencia y Justicia ha realizado este año 154 operativos en establecimientos
que funcionan como bodegas de reciclaje, cinco de ellas concentran el mayor
número de intervenciones, Los Mártires (18), Santa Fe (18), San Cristóbal
(16),Kennedy (14) y Rafael Uribe(11) y la Policía Metropolitana de Bogotá ha
realizado cinco capturas por hurto de alcantarillas, que corresponde al delito
de hurto calificado y tiene una pena privativa de la libertad de entre seis a
14 años.
Las personas a las cuales se les
encuentran los elementos, pueden ser juzgadas por el delito de receptación, que
contempla penas de entre cuatro y 12 años de prisión.
“Seamos buena tapas con Bogotá,
con esta campaña vamos a trabajar juntos. Hay dos actores que dinamizan este
comportamiento, primero las organizaciones delictivas organizadas, que tienen
la capacidad de hurtar de manera sistémica en zonas de difícil acceso o en
zonas donde los materiales previamente han sido asegurados para disponer
materiales como cobre, acero, baterías de litio y por otro lado, están los que
hurtan de manera ocasional, principalmente ciudadanos habitantes de calle y
población carretera”, dijo el subsecretario de Seguridad y Convivencia, Andrés
Nieto.
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